En un viaje de
estudios, en Alemania y concretamente en Renania, en la margen derecha del
Rin siendo Alsacia la región francesa ubicada en la margen izquierda, región
históricamente disputada, escuché a un
ministro del Lander decir que su partido aspiraba a una Europa de regiones. En
el contexto de Alsacia y Renania se ve claro que la frontera es algo
artificial, en ambas riberas se cultiva el vino (de prestigio por su calidad y elaboración),
se elabora la cerveza; es una tierra que a pesar de estar en una latitud alta,
gracias a los vientos oceánicos permite cultivos de frutales y hortalizas que hacen que esos países de alto nivel de
vida disfruten además de una excelente calidad de vida. La frontera: el Rin, es
un elemento físico-geográfico de unión natural para los habitantes del Valle más que una frontera es un accidente
geográfico.
La historia es preciso conocerla (sin olvidar que la
historia la escriben los historiadores) para comprender el presente. Pero la
historia es historia: no creo que a nadie le apeteciera vivir, no ya en la Edad
Media, sino en el s. XIX. La historia es progreso sin vuelta atrás.
En España históricamente, la Marca hispánica, la Cerdaña y
el Rosellón, el Reino de Navarra constituyeron entidades políticas que
confundían territorios que hoy son o franceses o españoles.
Las circunstancias de mi vida han hecho que haya vivido en
Perpignan y en Irún. En Perpignan se habla francés, se come a las doce y se
cena a las siete; el único vestigio español es la procesión del Viernes Santo,
ilegal en Francia por la Ley de separación Iglesia-Estado de 1950, pero objeto
de una derogación específica. En los pueblos se habla catalán, pero Louis XIV
que – dicen - hacía ahorcar a los que hablaban catalán; la Revolución; el s.
XIX; las guerras europeas y mundiales. España vivió al margen de Europa todo el
s. XIX hasta que Felipe Gonzalez nos metió en Europa: Y ahora los medios de
comunicación, el sistema educativo, el propio sistema productivo. En una
palabra: las estructuras económicas y administrativas hacen que los Pirineos
sigan siendo una barrera cuando no la fue durante muchísimo tiempo.
Podría decirse lo mismo de Euskadi. En Hendaya hay unos
horarios, en irún otros; el euskera es menos popular que el catalán. En la
montaña sí que hay una comunidad de intereses y de paisajes.
No obstante, pienso que la memoria colectiva española no
olvida que la industrialización se produjo en Cataluña y el País Vasco
(Barcelona y Bilbao), las comunicaciones terrestres sólo con Francia sólo eran
y son posibles a través de Cataluña o Euskadi. A principios del s. XX se
construyó una línea ferroviaria Valencia-Paris por el centro de los Pirineos
Canfranc-Pau. Fue en pleno franquismo cuando se cerró la línea. ¿Por qué? ¿Qué
intereses había en ese cierre?
¿Por qué no se invirtió cuando había que invertir?
Estrategias económicas de los intereses del Capital.
¿Y ahora qué? ¿Pasar dos veces la frontera para ir a
Francia?.
No: el Tratado de Roma de 1956 no se firmó sólo para evitar
otra guerra entre Francia y Alemania: el objetivo último era la Unión política
europea. El ministro renano tenía razón. Pero las estructuras de poder
establecidas impiden cualquier progreso de unión política y así no vamos a
ninguna parte; sí, a que se nos coman los chinos poquito a poco, en pedacitos.
Una última cosa: El Presidente del Banco Central europeo,
siempre parco en palabras, acaba de decir que sin avances de política común
europea, Europa no saldrá de la crisis.